viernes, 3 de junio de 2016

Salamandra Común (Salamandra salamandra)



Estos últimos meses no he podido dedicarme al blog todo lo que me gustaría, al menos de forma directa, pero sí que he podido ir preparando con calma algunas entradas "en la sombra", con un desarrollo algo más largo que buscar fotos de una especie en el archivo y ponerme a escribir sobre ella... empecemos con el que posiblemente sea mi anfibio favorito: la Salamandra Común (Salamandra salamandra).

EL PROTAGONISTA
La Salamandra es un anfibio urodelo (con cola) de un tamaño respetable, pudiendo llegar a los 25cm en los adultos. Su coloración aposemática, con manchas amarillas sobre fondo negro (con infinitas variaciones), avisa a los posibles depredadores de que se trata de un bocado desagradable debido al veneno que contienen sus glándulas parótidas, situadas detrás de los ojos las principales, y algunas más en el lomo. 
Al contrario de lo que mucha gente cree, este veneno es inofensivo para el ser humano, provocando poco más que irritación en contacto con ojos o mucosas. Una adecuada higiene después de manipular a un ejemplar (y antes, ya llegaremos a eso...) es suficiente para evitar riesgos.
Además de usarlo como defensa, este veneno también ayuda a las Salamandras gracias a su acción bactericida y fungicida.
El cuerpo es rechoncho, con la cabeza relativamente grande y la cola y las patas cortas. 
Se trata de un animal de costumbres, con territorios pequeños de los que no se suelen mover mucho, por lo que es fácil "coincidir" con el mismo ejemplar varias veces a lo largo de su larga vida, de unos 20 años en libertad, aunque se han documentado casos que han llegado hasta los 50 años en cautividad.


En general, el hábitat preferido de la Salamandra es forestal, húmedo y sombrío, con abundante hojarasca, troncos o piedras bajo los que esconderse durante el día. Y cerca de alguna fuente de agua, lo más limpia y oxigenada posible para reproducirse. Aunque no sea un animal estrictamente acuático, la Salamandra necesita gran humedad ambiental, lo que hace muchísimo más probable encontrarlas por la noche o en días lluviosos y frescos.
Durante los meses más cálidos del año, las salamandras buscan refugio hasta el otoño, cuando reaparecen aprovechando las lluvias y las temperaturas más frescas. Entre 5-18ºC es cuando se encuentran más cómodas. En zonas con inviernos más fríos o a más altitud, es frecuente que también hibernen.
La época reproductiva se divide en estos periodos de actividad, durante los cuales los machos buscarán activamente a cualquier hembra a su alcance.




Al contrario de la mayoría de anfibios, las Salamandras no ponen sus huevos en el agua, sino que su reproducción es ovovivípara, o incluso vivípara en algunos casos.
Excepto algunas excepciones que veremos luego, la hembra da a luz en el agua una media de entre 30-60 larvas de 3-4cm totalmente adaptadas para la vida en el medio acuático: con branquias externas (los penachos detrás de la cabeza) y una cola crestada que les sirve para nadar rápidamente en esa primera fase de su vida. He de decir que me encanta el aspecto de minidragones que tienen en esta fase.
Permanecerán en este estado entre dos y seis meses, dependiendo de la especie, la disponibilidad de alimento, oxígeno, etc. Tras este periodo, comienzan a metamorfosearse hasta su aspecto final de adulto (en miniatura). La madurez sexual no llega hasta los 3-4 años de vida.
Las larvas se alimentarán con voracidad de todos los invertebrados que tengan a su alcance, y en caso de necesidad, tampoco le hacen ascos al canibalismo.
Los adultos, más "relajados", disfrutan con lombrices, babosas, arañas... alimento relativamente blando.
En fase adulta, la Salamandra ha reabsorbido las branquias de su juventud y desarrollado unos pulmones muy rudimentarios, unas simples bolsas vascularizadas en las que se produce aproximadamente la mitad del intercambio gaseoso necesario. La otra mitad se realiza a través de la piel húmeda en contacto con el aire. En estivación/hibernación, la mayor parte del oxígeno necesario se absorbe por respiración cutánea.




En algunas poblaciones, aisladas en mayor o menor medida, se ha comprobado que las hembras se están viendo forzadas a una reproducción vivípara, en la que las crías nacen ya totalmente formadas.
Es el caso de las islas Cíes, donde la escasez de agua dulce podría estar forzando un pasito en la Evolución ante nuestros ojos, como se explica en este artículo: Darwin disfrutaría en las Islas Cíes.
Aunque la cantidad de descendencia es mucho menor en este caso (2-8 "miniadultos" contra 30-60 larvas), sí que podría facilitar la supervivencia de la especie, al dejar de depender de un recurso tan variable como el agua. Además, de las 30-60 larvas, lo más probable es que, con un poco de suerte, dos o tres lleguen a la edad reproductora.
En otras poblaciones se ha comprobado que esto puede suceder de forma excepcional, en casos de sequía por ejemplo. La hembra alarga la gestación, pero a cambio se produce el efecto del canibalismo intrauterino, donde las crías mayores se verán obligadas a alimentarse de las más débiles para conseguir la energía necesaria para realizar la metamorfosis en el interior de la hembra.

Otras salamandras famosas, son las de Oviedo: años de crecimiento de la ciudad han dejado una importante población de salamandras aisladas de sus parientes salvajes. Incluso desde fuera de nuestras fronteras se han interesado por estos simpáticos anfibios urbanitas.
Al igual que en las islas Cíes, se ha observado una gran presencia de reproducción vivípara en los ejemplares de la ciudad, pero no destriparemos la historia... mejor dejo el trailer del interesante (y recientemente estrenado) documental "Los últimos dragones de Oviedo", de David Álvarez y Jorge Chachero:




En la Península podemos distinguir varias subespecies, con esta distribución aproximada (Autor: Alberto González):




CONSERVACIÓN
Antes de entrar en terreno delicado, veamos otra curiosidad de las salamandras que hace que estén muy arriba en el ranking de los bichos más interesantes, su capacidad de regeneración:
Tanto las salamandras como los tritones (parientes cercanos acuáticos) son capaces de regenerar partes amputadas o dañadas de su cuerpo... y no sólo la cola, como las lagartijas, sino de cualquier parte de su organismo (incluso el cerebro o los ojos). En estado larvario se trata de un mecanismo que funciona a partir de células madre, en los adultos es algo más complicado. Podría intentar explicarlo o resumirlo, pero será mejor para todos que deje un resumen de un estudio llevado a cabo en Japón: Por qué las salamandras son las reinas de la regeneración de tejidos.
Aquí también podemos encontrar información al respecto, no sólo en el caso de las salamandras: Regeneración de extremidades, del Ajolote al ser humano.




Para quien le dé pereza entrar al enlace, el Ajolote es otro pariente de la Salamandra, en este caso del otro lado del charco. Una de las curiosidades de este animal es que pasa toda su vida en fase larvaria, incluso en edad reproductora.
Leí en algún sitio (no consigo encontrarlo) que se ha descubierto que este "parón" en el desarrollo del Ajolote es por la falta de una determinada hormona. Proporcionando esta hormona a ejemplares en cautividad, se ha podido ver cuál es el aspecto de un Ajolote metamorfoseado (tiene un aspecto similar a las salamandras gigantes americanas y asiáticas).

Este parón o desaceleración del desarrollo se conoce como Neotenia, y en casos excepcionales también puede darse en nuestras Salamandras: se han citado casos en que debido a la imposibilidad de acceder a tierra firme, se han visto larvas de salamandras de 10cm esperando el momento de finalizar la metamorfosis.




Entre las principales amenazas para la Salamandra, podemos encontrar a sus depredadores: Culebra de agua, Turón, Nutria y víboras son las amenazas más frecuentes para los adultos, mientras que para las larvas el peligro viene en forma de larvas de libélula, larvas de otros anfibios, cangrejo de río (el rojo sobretodo) y sus propios hermanos.
Entre las enfermedades, la más preocupante es la Quitridiomicosis, producida por el hongo Batrachochytrium dendrobatidis, del que ya vimos algún apunte en la entrada del Sapo Corredor. Este hongo afecta a la piel de los anfibios, impidiéndoles la respiración cutánea, y es considerado el causante del declive de un gran número de especies. En la Naturaleza poco podemos hacer por combatirlo, pero al menos podemos evitar contribuir a su propagación:

  • Para empezar, evitar manipular a los animales. Para mí, eso es algo sagrado... prefiero perder la foto antes que manipular al animal y colocarlo en un fondo más "bonito".
  • Si por el motivo que sea, no queda más remedio (en el caso de animales en peligro o atrapados), siempre es recomendable usar guantes de látex o nitrilo (siempre llevo algunos en la mochila por lo que me pueda encontrar).


A estas dos me las encontré al liberar a una de las larvas.
Habían caído en un pozo (seco) que en esa época
debería tener 1,20m de agua

Otras amenazas son la pérdida de hábitat, los incendios forestales y las sequías... Y este último es el caso en el que entraremos a continuación.

Antes de seguir, debería recalcar que las Salamandras son una especie protegida y que en ningún caso está permitido mantenerlas en cautividad o comerciar con ellas. En caso de querer una como mascota, se debe acudir a un distribuidor autorizado y con toda la documentación en regla, donde se especifique que ese animal ha nacido y crecido en cautividad.

Tengo controlado desde hace un par de años un arroyo temporal en Collserola donde las Salamandras de la zona van a criar. Es raro ir y no encontrar alguna larva en el agua, además de renacuajos de otros anfibios que no me he puesto a identificar, la verdad.
Incluso en verano, con lo poco que llueve por aquí en general, hay un hilillo de agua que mantiene viva a esta comunidad. Dos pequeños saltos han formado sendas pozas en su base donde encontramos a los renacuajos de ranas y sapos, y otros "charcos" más pequeños donde se encentran la mayoría de larvas de salamandra.
A principios de abril, en una visita rutinaria, me encontré que las pozas "de los sapos" estaban a menos de 1/4 de su capacidad, y los "charcos" de las salamandras prácticamente secos. Este invierno en Barcelona ha llovido mucho menos de lo que debería...
A pesar de estar muy por debajo de su nivel, la zona de los renacuajos tenía agua suficiente para aguantar hasta las próximas lluvias, así que pasé algunas larvas de Salamandra ahí (ya había algunas), y otras me las llevé para casa, con la idea de "asegurar" y de paso documentar su desarrollo.




Con la ayuda de una amiga bióloga, un naturalista y un herpetólogo (gracias chic@s!), se les preparó un hábitat con agua limpia, aireador y piedras bajo las que esconderse, y a las que pudieran escalar llegado el momento.

Después de un par de días de adaptación, al ir a cambiar el agua me encontré con que a los dos ejemplares más pequeños les faltaba un trozo considerable de cola, así que dada la gran diferencia de tamaño entre las dos larvas más grandes y las dos más pequeñas, decidí separarlas para evitar males mayores.

Aún no había decidido cómo quería hacerles las fotos, la idea era montar alguna estructura transparente con el tamaño justo para poder hacerles algunas fotos de perfil. El tiempo se echaba encima, así que tuve que desechar esa opción y optar por algo más sencillo con lo que, sobretodo, tuviera que molestarlas y manipularlas lo menos posible. Al final, la mejor opción, aunque no la más estética, sería aprovechar el momento de cambiarles el agua, en que cada ejemplar estaba en su recipiente separado mientras limpiaba el "mini estanque".




Este primer ejemplar era el que estaba más crecido de todos, y el principal sospechoso de la amputación de la cola de sus "hermanos". También era mi favorito, no lo negaremos... Es el "tiburón" del vídeo de antes. Era insaciable, y el más atrevido de todos. Además, fue el primero en pillarme por sorpresa: El 20/4 por la noche todavía se le veían las branquias y nadaba felizmente, y el 22 por la mañana me lo encontré encaramado a una roca casi totalmente metamorfoseado. 
Como no podía proporcionarles un hábitat en condiciones para acabar la transformación, decidimos que en cuanto prefiriesen estar en tierra a estar en el agua, sería el momento de liberarlos. Acabarían la metamorfosis en su lugar de nacimiento, donde tenían todas las condiciones a su favor (humedad, escondites y alimento). Y así fue con todas. Aquí están las demás:






Las fotos no están a una escala exacta, pero se puede apreciar el crecimiento, los cambios en la coloración, en las branquias, y, en el caso de las colas amputadas, su regeneración casi completa.

Todos los ejemplares fueron liberados en el mismo sitio donde se recogieron, dándoles la opción de elegir agua o tierra, y todas eligieron tierra... las sueltas también se realizaron aprovechando días lluviosos o a última hora de la tarde, intentando facilitarles los momentos óptimos para su supervivencia.

Una de las cosas que he podido comprobar al observar su desarrollo tan de cerca es que en condiciones óptimas como las que se les ofrecieron, la metamorfosis es sorprendentemente rápida: todas se adelantaron al menos dos o tres días a mis cálculos... en algún momento comienzan subir a la superficie a coger bocanadas de aire, y a andar más que a nadar, y sabes que esa es la señal de que el cambio se acerca...



LA FOTO
Para mí, la Salamandra siempre ha sido una de esas especies difíciles: o me las encuentro cuando no llevo la cámara, o me paso años sin ver una... Hasta ahora:
Día de lluvia, aprovecho para ir a liberar al tercer ejemplar, y a ver si de paso localizo alguna de las dos adultas que me encontré unos días antes, cuando solté a la segunda... de esas dos ni rastro, pero en un foso cercano, en 10m2 me encuentro a SIETE ejemplares. Al principio pensé que no podían salir, pero tal y como entro, veo a dos que se ponen a escalar sin ninguna dificultad una pared de 3m de alto cubierta de musgo, así que me despreocupo y saco la cámara.
Después de intentar fotografiar al mayor número posible "para la colección", localizo a una observando la vida pasar tranquilamente desde un tronco... me acerco, ni se inmuta, preparo cámara, flash... sonría, por favor!



Flash a la izquierda, 1/80seg, f/5, ISO640.

Para mi, el desarrollo de los anfibios en general siempre ha sido una manera de poder presenciar la Evolución a pequeña escala: como un bicho con más cosas en común (en apariencia) con los peces, poco a poco se va transformando en un animal terrestre. El cambio de respiración branquial a pulmonar/cutánea, los cambios físicos, sobretodo en el caso de los renacuajos... es como ver acelerado un proceso que llevó miles de millones de años... en pocos días. Una ventanita al pasado.
Y quién sabe, a lo mejor las Salamandras de Oviedo o de las islas Cíes son una ventana al futuro... puede que en 1.000 o 10.000 años el viviparismo en esta especie sea la norma, no la excepción... si no las extinguimos antes.



miércoles, 25 de noviembre de 2015

Focha Común (Fulica atra)




EL PROTAGONISTA
La Focha Común es posiblemente una de las aves más fáciles de encontrar en cualquier humedal de Europa. El plumaje totalmente negro, más oscuro en cuello y cabeza, y su tamaño mediano hace que no destaque especialmente entre otras especies más llamativas. En la cabeza destaca el escudete blanco de su frente, unido al pico, también blanco, y sus ojos de color rojo brillante.
Aunque tiene un vuelo rápido y potente, lo más habitual es verla nadando en aguas poco profundas, en cualquier tipo de humedal, lago o marisma, siempre que tenga poca corriente y abundante vegetación acuática de la que alimentarse.

En tierra, llaman la atención sus dedos festoneados: a diferencia de los patos, que tienen los dedos unidos por una membrana interdigital, los de la Focha están separados, pero cada uno rodeado de membranas a modo de remos.


Ejemplar en la típica carrera sobre el agua previa al despegue
o durante una persecución territorial. Delta del Llobregat.

La Focha es principalmente vegetariana, prefiriendo raíces, brotes y bulbos de plantas acuáticas, o cereales en tierra, pero también puede consumir insectos acuáticos, lombrices o pequeños vertebrados ocasionalmente, sobretodo en época de reproducción.

En invierno es común encontrarlas nadando en grupos más o menos numerosos, siempre atentas a posibles depredadores, pero más confiadas que otras parientes. Al llegar la época de reproducción, las parejas empiezan a dispersarse para anidar cerca de la orilla. Su comportamiento cambia radicalmente y pasan a ser extremadamente territoriales, persiguiendo a cualquier ejemplar que se acerque a su territorio. En estas persecuciones, es común que "corran" sobre el agua mientras aletean en un medio vuelo-medio carrera.


Nido de Focha con una "invitada" exótica. Aiguamolls de l'Empordà

El nido consiste en una plataforma de vegetación sobre el agua, anclada al fondo por tallos aún vivos y acolchada con restos de vegetación de la zona. A mediados de marzo, la hembra pone una media de seis huevos que incubarán ambos padres entre 21-24 días. Los pollos son nidífugos, abandonan el nido a los 3-4 días de nacer, y se independizan cuando pueden volar, a los dos meses de vida. Hasta las 2-3 semanas, los pollos son feos, no hay otra manera de describirlos: la cabeza pelada y roja brillante con el cuerpo cubierto de un plumón grisáceo y amarillo en la zona del cuello. Después adquieren un color pardo-grisáceo que se irá oscureciendo hasta llegar al plumaje de adulto.
Es frecuente que las parejas realicen dos o hasta tres puestas por temporada, ya que la mortalidad de los pollos es altísima, llegando a adultos uno o dos pollos por nidada, con mucha suerte.







CONSERVACIÓN
La Focha Común reside en toda Europa hasta Extremo Oriente y parte del norte de África. En la Península se puede encontrar como residente en prácticamente cualquier zona húmeda, población a la que hay que sumar parte de los ejemplares del norte de Europa que vuelan al sur para invernar.

La población estimada en Europa ronda el millón y medio de parejas, de las que alrededor de 20.000 corresponden a España, una cifra baja comparándola con otros países europeos.




Aunque la población en la Península se puede considerar sedentaria, es frecuente que realicen desplazamientos cortos en épocas de sequía o escasez de alimento, buscando lugares mejores.

No se considera una especie amenazada, pero sin una correcta conservación y naturalización de nuestros humedales, eso puede cambiar fácilmente, ya que la presencia o escasez de zonas adecuadas y con alimento abundante es el principal enemigo de esta especie, al igual que muchas otras que también residen todo el año, o que necesitan de estas áreas como zonas de invernada o simplemente de descanso durante la migración.

Apreciada por los cazadores por su vuelo rápido, es frecuente que se realicen batidas para "controlar la población".




LA FOTO
Esta foto, que aparentemente no tiene gran cosa, por un lado representa una escena simpática con las fochas cruzando el camino con toda la prisa del mundo, pero sobretodo, para mí escenifica una visita ideal: un lugar tranquilo, un paseo agradable, y variedad de especies por el camino.


Además del grupo de Fochas, se puede apreciar una Abubilla en vuelo
y algunas Lavanderas Blancas


Aunque en los últimos años me he decantado más por el bosque y la montaña, siempre que puedo hago una escapada al Delta del Llobregat, Aiguamollos de l'Empordà o Delta del Ebro, los tres humedales que me caen más cerca.
Preparando esta entrada me he dado cuenta de las pocas fotos de Focha que tengo, ya que, excepto en las primeras visitas, cuando veía una pensaba "otra... y otra... y otra...". Ahora echo de menos tener alguna más! No por ser común o poco llamativo un animal es menos importante en su hábitat y dentro de su cadena alimentaria... y siempre te puede regalar una buena foto.

martes, 13 de octubre de 2015

Morito Común (Plegadis falcinellus)



EL PROTAGONISTA
El Morito Común (Plegadis falcinellus) es el único representante de la familia de los Ibis que nidifica en Europa. En España también podemos encontrar el Ibis Eremita (Geronticus eremita), en peligro crítico, con unas pocas (poquísimas) parejas reproductoras en el sur de la Península (el grueso de la población se reparte entre Marruecos y Siria).

El plumaje del Morito Común es oscuro, de un tono pardo-rojizo con reflejos irisados verdosos y rosados en las alas y el dorso en el caso de los adultos reproductores. El pico es largo y curvo, con unas líneas blancas características que lo delimitan en la zona de la cara. Las patas también son largas y oscuras. En los ejemplares más jóvenes, el plumaje es más apagado y sin los reflejos metálicos.

Se trata de un ave relativamente grande, de unos 60cm de longitud y alrededor de 90cm de envergadura. A pesar de su tamaño, el Morito es un ave discreta, que cuando se desplaza en solitario en busca de alimento puede pasar fácilmente desapercibida, debido principalmente a su coloración.


Ejemplar en la Bassa de les Olles, Delta del Ebro.

La silueta en vuelo es fácil de reconocer, con el cuello estirado, la cabeza un poco baja y las patas colgando por detrás.


Adulto en vuelo, Bassa de les Olles, Delta del Ebro.

Su alimentación se basa principalmente en insectos acuáticos y sus larvas, que encuentra sondeando aguas poco profundas con su largo pico. Aunque no es lo habitual, también puede alimentarse de pequeños peces, cangrejos y anfibios.

En la Península podemos encontrar una gran población en Doñana, que ha crecido de forma espectacular en los últimos años, después de prácticamente haber desaparecido de nuestro país. Desde allí se han ido extendiendo a otras zonas húmedas de Alicante, la Albufera y el Delta del Ebro, llegando a aparecer de vez en cuando en el Delta del Llobregat.

Aunque la mayor parte de la población de Doñana es residente, el Morito en general es un ave migratoria, que pasa el invierno en zonas más cálidas del norte de África y vuelve a Europa en primavera para reproducirse, a principios de abril.


Adulto en busca de alimento, Delta del Llobregat.

Suele anidar en colonias, mezclado con otras aves como la Garza Real. El nido es pequeño para el tamaño del ave, unos 30cm de diámetro y 5-6cm de altura, y está compuesto por ramas y hierbas entretejidas y cubierto de material más "fresco". Ambos sexos participan en su construcción, aunque el macho es el que aporta la mayor parte del material, y la hembra es la constructora.
La puesta se produce entre abril y julio, y consta de entre tres y seis huevos de color azul brillante, que los padres (principalmente la hembra) incubarán durante 21 días.
A las dos semanas de la eclosión, los pollos empiezan a moverse por las ramas cercanas al nido, pero sin llegar a abandonarlo del todo hasta aproximadamente los 50 días de vida.


Adultos en vuelo, Delta del Ebro.


CONSERVACIÓN
Afortunadamente, el Morito es una especie que se encuentra en clara fase de expansión, después de casi desaparecer de nuestros humedales a principios del siglo XX, aunque sigue catalogado como "Vulnerable".

En Europa se estima una población de alrededor de 20.000 parejas. En España, era habitual en Doñana en el siglo XVIII, pero la caza y el deterioro del hábitat casi lo hacen desaparecer a principios del siglo XX. 
A finales de los 90, el Morito empieza a verse de nuevo en la Albufera, recolonizando en pocos años el Delta del Ebro (21 parejas en 2001) y Doñana (más de 800 parejas en 2006).


Adulto. Detrás, pareja de Ánade Real (Anas plathyrynchos).
Delta Llobregat


El principal problema actualmente es la alta concentración de ejemplares en una sola zona (Doñana), siendo susceptibles de desaparecer ante cualquier cambio repentino en el hábitat. Como ejemplo, tras el vertido de la mina de Aznalcóllar, en 1998 se detectaron altos niveles de cadmio en todos los pollos de la zona.

La reducción de la extensión de los arrozales (uno de sus lugares favoritos para alimentarse), también puede afectar negativamente a la expansión y supervivencia de la especie.


Adulto. Detrás, Cigüeñuela Común (Himantopus himantopus). 
Delta Llobregat

Como era de esperar, los plaguicidas utilizados en muchos arrozales también suponen un peligro para esta y muchas otras especies, siendo necesario un sistema más naturalizado para eliminar plagas dañinas para las plantaciones, como el Caracol Manzana.

Recientemente se ha demostrado que el Morito Común puede ser una especie de gran ayuda en la erradicación de este gasterópodo, que se ha convertido en una gran plaga en la desembocadura y el tramo final del Ebro: La Vanguardia, 19/5/2015.

La reserva de Riet Vell, gestionada por SEO/Birdlife, se encuentra en el Delta del Ebro, y es un claro ejemplo de cómo en un cultivo ecológico y sostenible, es la misma Naturaleza la que se encarga de todo.




LA FOTO
En casi todas mis visitas el Delta del Ebro he podido disfrutar de la presencia de al menos un ejemplar, siempre buscando alimento en aguas poco profundas, y atento a cualquier posible amenaza para salir volando al momento.

Fotografiar cualquier especie desde los observatorios construidos expresamente es relativamente fácil, aunque normalmente se mantienen a cierta distancia, lo que hace necesarios grandes teleobjetivos, como mínimo de 400mm. Además, por norma general estos observatorios se encuentran a una determinada altura sobre el agua, lo que limita mucho en cuanto a composición y ángulos.
A pesar de todo, son la forma más accesible de observar y fotografiar a las diferentes especies en su hábitat y sin molestarlas. Otra cosa ya es si se dispone del tiempo y los permisos necesarios para montar algo más "personalizado"...

En este caso, se trata del primer ejemplar que pude observar en el Delta del Llobregat, relativamente cerca y que me dejó hacerle la mayoría de fotos que componen esta entrada. 
Aunque no se trate de una gran foto, me encanta cómo se ve el reflejo del sol en las plumas de las alas, dando los típicos reflejos metalizados de la especie.



Más de lo mismo... aunque no me canso de repetirlo: sentido común y ganas de hacer las cosas bien pueden suponer la diferencia entre la supervivencia y la extinción para muchas especies. No todo se tiene que medir en lo económico, pero como parece que es el único lenguaje que se entiende en este país...: unos humedales en buen estado y protegidos atraen a turistas de todas partes de Europa que se dejan su dinero en hoteles, apartamentos y excursiones por la zona.
¿reabrir Aznalcóllar? ¿en serio? prefiero no opinar.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Jabalí (Sus scrofa)



EL PROTAGONISTA
El Jabalí (Sus scrofa) es un mamífero de tamaño medio, abundante en prácticamente toda la Península. Con su gran cabeza y su cuerpo compacto, es el bulldozer de nuestros bosques, removiendo (hozando) grandes extensiones de terreno gracias a su fuerte hocico. Las patas son cortas y fuertes, preparadas para recorrer largas distancias, esprintando en caso de peligro. El cuello es corto y fuerte, con poca movilidad lateral (para girarse, el Jabalí lo hace con todo el cuerpo). Los ojos son pequeños, siendo el olfato y el oído los sentidos más desarrollados.
Se trata de un animal de actividad nocturna y crepuscular, por lo que es muy raro poder observarlo de día, excepto en zonas en las que está tranquilo y sin peligros.




Puede llegar a los 120cm de longitud, 70cm de altura y 150kg de peso, aunque no es frecuente ver animales de este tamaño, ya que la mayoría son abatidos sobre los tres años de edad, aunque sin caza pueden llegar a los 15. El peso medio de los machos es de unos 80kg, y 50kg para las hembras.

Su coloración es bastante variable, siendo las crías menores de 6 meses de color marrón surcado por líneas longitudinales más claras, lo que les da el nombre de rayones. A partir de los 6 meses, el pelaje pierde las líneas de los rayones y adquiere un tono rojizo uniforme, son los Jabalíes llamados bermejos. Hacia los 10 meses, el color se asemeja más al de los adultos, que varía desde el marrón oscuro al negro, pasando por el gris. El pelo es grueso y largo, sobretodo en la crin que recorre el lomo, que el animal eriza en caso de sentirse asustado o furioso, para parecer más grande.

Una de las características físicas más conocida del Jabalí son sus colmillos: los inferiores, llamados navajas, crecen hasta rozar con los superiores (amoladeras), afilándose continuamente al rozarse entre ellos. Estos colmillos están más desarrollados en los machos que en las hembras, y su presencia, tamaño y desgaste ayudan a calcular la edad de cada ejemplar.





La huella del Jabalí es la más fácil de identificar de entre todos los ungulados: la cresta entre las dos pezuñas aparece marcada sólo hasta media huella, la marca en el barro es en forma de cuña y los machos grandes suelen marcar las guardas (pequeñas pezuñas opuestas a las principales), que aparecen a cada lado de la huella, al contrario que en el Ciervo, que siguen la misma línea. También las pueden marcar hembras o jóvenes al moverse por terrenos blandos o resbaladizos.


En este momento, el animal estaba tan cerca que ni podía
enfocarle la cara... disparé sólo para asustarlo y que se alejase,
pero al final la foto ha servido para mostrar la característica
forma de las pezuñas

Huella típica de adulto, posiblemente un macho. Collserola.


El Jabalí está en todas partes: en bosque mediterráneo, marismas, bosques húmedos, montaña... siempre que tenga zonas con vegetación donde ocultarse para pasar la mayor parte del día. Su nula especialización a la hora de alimentarse y la flexibilidad a la hora de elegir hábitat son dos de las claves de su abundancia en gran parte del país. Su dieta consiste principalmente en raíces e invertebrados que localiza gracias a su olfato, más sensible que el de un perro. Usa el hocico para hozar el terreno y abrirse camino hasta su alimento, pudiendo llegar a levantar piedras de gran tamaño. Si tiene la oportunidad, el Jabalí no desdeña pequeños vertebrados, como roedores, anfibios y reptiles. Las puestas de aves que anidan en el suelo también son víctimas habituales de su hambre insaciable. La carroña también entraría dentro de su dieta, además de frutos, hongos, desperdicios...




Suele desplazarse en pequeños grupos, llamados piaras, encabezados por una hembra líder con sus crías, y otras hembras o ejemplares jóvenes. Los machos adultos llevan una vida más solitaria, uniéndose al grupo en época de celo.
Durante el celo (de noviembre a enero aproximadamente), el macho busca hembras con tanta intensidad que incluso puede dejar de alimentarse. La gestación dura aproximadamente cuatro meses. En casos excepcionales, en un buen hábitat y con alimento abundante, las hembras pueden tener un segundo celo a principios de verano.
El parto medio es de entre 4 y 6 crías, pudiendo llegar incluso a 12 en hembras de edad avanzada.
Llegado el momento del parto, la Jabalina preparará una confortable cama a base de ramas y hierbas donde parir y mantener a salvo a los pequeños durante los primeros días de vida.
Amamantará a los jabatos durante 3-4 meses, pero éstos hacia las dos semanas ya son capaces de buscar su propio alimento.





CONSERVACIÓN
En el caso de los adultos, su principal depredador es el Lobo (obviando el ser humano). Las crías más pequeñas pueden ser víctimas de Lince, Águila Real e incluso Zorro en caso de crías débiles o enfermas. La escasez/ausencia de estos grandes depredadores es el tercer factor decisivo en la gran presencia de Jabalíes en los últimos años.

El abandono de las zonas rurales ha favorecido su expansión desde los años 50, cuando sus principales poblaciones se encontraban en los Pirineos y la zona centro de la Península. Resumiendo: nula especialización en hábitat y alimento, una alta tasa reproductora y ausencia de depredadores han llevado al Jabalí a ser considerado una plaga en muchos puntos de nuestra geografía, entre ellos el área metropolitana de Barcelona, con algunos ejemplares demasiado atrevidos (o hambrientos) que bajan desde Collserola (Abaten un Jabalí en el Eixample de Barcelona).




Recientemente he podido ser testigo de esta difícil convivencia en un parque cercano a casa, que por un lado me ha permitido fotografiar en condiciones (por fin) a este esquivo animal y observar su comportamiento y costumbres de cerca, y por otro lado presenciar una "lucha" entre las administraciones y la Naturaleza que parece estar muy lejos de tener final...

A finales de agosto, tras una visita a Collserola bastante poco productiva, al pasar por delante del Parque del Laberinto, decidimos entrar. Eran sobre las 7 de la tarde, y el parque cierra al anochecer, a las 21h en esa época. Ya lo había visitado otras veces, y sabía que es un parque muy frecuentado por la fauna típica de Collserola, principalmente aves. Entre otras, un gran número de Palomas Torcaces, Carboneros, Herrerillos Comunes y Herrerillos Capuchinos, algún Ruiseñor del Japón, una pareja de Cernícalos Vulgares que tienen el nido cerca (en un campanario, creo), Urracas, Gorriones... un par de veces también he oído al Pito Real. Y muchos otros que soy incapaz de distinguir sólo por el canto.
En este tiempo he podido confirmar la presencia de un Martín Pescador y una Garza Real que pasa la noche en el canal.
En cuanto a mamíferos, sabía que hay una población importante de Ardillas, gracias a un estudio que leí hace tiempo de Francesc Llimona, biólogo de Collserola (y que ahora no encuentro). Poco más... había visto algún rastro de Garduña, pero creo que es más probable que estuviera de paso. Algún rastro de Jabalí también había visto otras veces, pero pocos o no me había fijado mucho.
En estas tres semanas he visto algún rastro de Garduña, varias Ardillas e incluso una Musaraña! También algo que parecía una tejonera, aunque no parecía estar en uso...


Ubicación del parque. La mancha amarilla corresponde a
la zona afectada (aprox) por un incendio el pasado 1 de julio

El parque es un sitio bonito y tranquilo, muy visitado por la gente de los alrededores y turistas. Está situado en la frontera entre la ciudad de Barcelona y el Parque Natural de Collserola. Se trata de un jardín neoclásico de finales del siglo XVIII en el que se integra el laberinto que da nombre al parque. A mediados del S.XIX se añadió un jardín romántico con parterres y grandes árboles, una cascada y un canal que atraviesa una de las terrazas del jardín original. En el año 1880 se construyó un jardín doméstico junto al palacio que preside el parque. En 1967 el parque fue cedido al Ayuntamiento por parte de la familia propietaria, y está abierto al público desde 1971. Además del laberinto, se pueden encontrar varios estanques, fuentes, esculturas y un torrente que lleva el agua de la cascada, atravesando el jardín romántico.
En la parte trasera, la que hace frontera con Collserola, la distribución es más "salvaje", convirtiéndose en un corto pero agradable paseo por el bosque.






Discreto cartel en el que se "prohíbe" alimentar a los animales,
situado a la entrada de la zona de bosque. Para evitar problemas,
quizá sería conveniente hacerlos más visibles

Era domingo, y aunque no faltaba mucho para cerrar, el parque estaba bastante lleno de visitantes. Tras un rápido paseo por las zonas más tranquilas, pudimos comprobar que todavía debe haber una buena población de Ardillas, porque en algunos puntos el suelo aparecía alfombrado de restos de las piñas de las que se alimentan. Hacia las 20h, oímos algo en el jardín romántico y nos acercamos a ver. Había un par de personas mirando y haciendo fotos hacia una de las zonas con bancos. Una familia de Jabalíes compuesta por dos adultos y cuatro crías estaban volcando una papelera para llegar a su contenido. Fue una sorpresa, porque todo el perímetro del parque está vallado y no creía que les fuese fácil entrar, y menos a esa hora. Con el tiempo hemos descubierto algunas zonas por las que entran.




Aunque no iba muy equipado, aproveché la oportunidad de poder fotografiarlos en algo "parecido" a su hábitat, ya que hasta ese momento sólo me los había encontrado en rotondas y zonas verdes cercanas, o cuando no llevaba la cámara encima. Empezamos a seguirlos a cierta distancia mientras hacían su vida. Aunque muchos ya se habían marchado, aún quedaban algunos visitantes en el parque. Al verlos, algunos se asustaban como si hubiesen visto a un oso, otros se quedaban haciendo alguna foto, y algunos se acercaban demasiado...
Después de perder a la piara de vista un rato, nos acercamos a la zona de bosque, pensando que quizá habían ido hacia allí. Ellos no, pero había un macho, al que hemos apodado "el cojo". Este era mucho más asustadizo, y en cuanto te acercabas a menos de 20 metros, salía corriendo, así que lo dejamos tranquilo y fuimos a buscar a la primera familia (la llamaremos familia "A").
Los encontramos, y aunque las condiciones de luz eran pésimas, pude hacerles alguna foto mientras buscaban comida y tenían un comportamiento "normal" dada la situación. 


Hembra dominante usando un árbol como rascadero

Rayón utilizando otro rascadero

En algún momento decidimos rodearlos, para poder pillarlos de frente. Yo me quedé agachado a un lado del camino, mientras ellos iban rebuscando por el otro. Uno de los rayones se pasó al lado contrario y la madre le siguió. El pequeño, cuando estaba a unos 3 metros de mi posición, levantó la cabeza, se quedó mirándome y volvió al otro lado.




La madre, en cambio, siguió en mi dirección, y cuando la tenía a un metro de distancia, me tuve que levantar y dejarla pasar, por si acaso...
Siguieron a lo suyo y se acercaron a una de las papeleras que hay a la entrada del laberinto. Finalmente apareció un vigilante y los ahuyentó con la moto.




Al día siguiente volvimos, pero esta vez sólo vimos al cojo de lejos poco antes de que cerraran.
Al salir, el personal del parque nos dio alguna pista sobre sus movimientos: llevaban todo el mes de agosto apareciendo a cualquier hora, incluso por la mañana, buscando en las papeleras y acercándose a la gente que les daba comida.

Durante las sucesivas visitas al parque, por la mañana no ha coincidido que los encontrase ningún día, pero por las tardes era raro no encontrarse al menos a uno. Otro día, pudimos observar a otra familia, también compuesta por dos adultos y cuatro rayones (familia "B"), pero en este caso la hembra dominante era algo más grande. Estos parecían más desconfiados y huidizos, tanto, que ni siquiera estoy seguro de haberles hecho alguna foto.


Uno de los muchos caminos usados
por los Jabalís en el parque

Iban pasando los días y seguían apareciendo y desapareciendo a ratos. No eran difíciles de localizar, sólo había que seguir la dirección de los gritos de la gente... "un jabalí!!" "uy, qué miedo!!", "mira, lleva bebés!"... Una tarde localizamos a la familia "A" mientras unos turistas les daban comida junto a la cascada. Habían perdido a un rayón, sólo llevaban tres. La hembra tenía una actitud más agresiva y levantó por los aires a alguna cría en más de una ocasión, lo que ya debería ser una señal... cuando a los turistas se les acabó la comida, no dudó en acercarse a ellos a intentar quitarles la bolsa, dándoles un buen susto.
Después, tomaron el camino hacia la entrada, donde tenían su bañera junto a una fuente, y de paso a revisar las papeleras de la zona.


Bañera situada justo en la entrada al parque



Otro día, sobre las 6 de la tarde la famila "A" ya estaba hozando en los parterres del jardín romántico, su zona favorita al estar más cubierta y ser más húmeda y tranquila. Era un día con poca afluencia de visitantes, y pudimos observarlos y fotografiarlos de cerca, casi como si fuesen animales domésticos. Cuando vieron que no éramos una amenaza ni llevábamos comida, siguieron a lo suyo, removiendo y rebuscando entre las plantas, y dañando los jardines de manera evidente.


Acosados por innumerables parásitos, los Jabalíes usan los
baños de barro y los rascaderos para intentar librarse de ellos.

Cuando se cansaron de los parterres, se fueron a otra zona más cercana a la entrada. Supuse que irían hacia la bañera, así que los dejamos tranquilos y fuimos a esperarles allí. Finalmente acabaron saliendo del parque y dirigiéndose hacia la zona del velódromo, donde una señora acude habitualmente a alimentar a una colonia de gatos (ya le habían dado algún susto).
Al día siguiente, con el parque más lleno, hicieron el mismo recorrido, acabando, esta vez sí, en la bañera, ante un grupo de turistas bastante asombrado. Uno de los visitantes los asustó sin querer, pero se quedaron merodeando por la zona, aprovechando que alguien les estaba tirando galletas.




Toda la familia "A" utilizando la bañera de la entrada

Turistas y visitantes sorprendidos por la presencia de la familia "A".
Pocos minutos después, la hembra dominante mordió a la niña
de la derecha de la imagen, sin consecuencias más allá del susto.

Según nos contó personal del parque, la mañana siguiente volvieron a aparecer, sin ningún miedo, como siempre. Cuenta la leyenda que perseguían a la gente y les intentaban quitar las bolsas, hasta tal punto que mandaron a un grupo de rusos de vuelta al autobús. Según el personal del parque, era la familia "B". 
Parece ser que la Guardia Urbana apareció con intención de cerrar el parque y liarse a tiros con ellos.
Después de tantos días observándolos, creo que si llegaron a perseguir a alguien fue porque previamente les habría dado comida, ya que es la única situación en la que los he visto ponerse más atrevidos-agresivos. Si no llevabas comida, te ignoraban, así de simple. Mostraban algo de interés "por si acaso", pero una vez que veían que no podrían sacar nada, volvían a sus labores de bulldozer.





Tras unos días de calma tensa, la cosa empezaba a ponerse fea, y esa misma tarde, el personal de Ecocaptura empezó a intentar atraerlos hacia un cercado preparado para encerrarlos y sacarlos de allí. No he conseguido encontrar información sobre esta empresa, pero parece que se dedican a resolver estos problemas de una forma civilizada, intentando respetar al animal. También es verdad que ni ellos mismos supieron decirme qué harían después con ellos (reubicarlos, eutanasiarlos...).
En los primeros intentos no tuvieron mucha suerte, ya que el Jabalí es un animal de costumbres y muy desconfiado, por lo que no era fácil atraerlos a una zona a la que no solían acudir.
A última hora aparecieron algunos efectivos de la Guardia Urbana a ver cómo iba la cosa, y diciendo que si se acercaban a la zona del parking, llevaban escopetas en el coche para acabar por la vía rápida.


Cercado preparado para capturarlos

Personal de Ecocaptura intentando atraerlos hacia el cercado

Efectivos de la Guardia Urbana y personal de Ecocaptura

Según me contaron al día siguiente, por la mañana, antes de las 10 (hora de apertura al público) apareció la Guardia Urbana y abatió a cuatro ejemplares en la zona del parking, aunque esta información no está confirmada. Se ve que la noche anterior no tuvieron mucho éxito atrayéndolos al cercado, y volverían a intentarlo. Ese día no vi ningún ejemplar.

Nuevo día y nueva visita, cada vez con menos esperanzas de encontrarlos. A última hora, 15 minutos antes de cerrar, localicé al "cojo" y lo estuve siguiendo a la distancia que me permitió. Después de rebuscar un poco por los alrededores del laberinto, bajó a darse un bañito a otra bañera que no había visto hasta ese momento.


Una de las pocas fotos que conseguí del "cojo"

Bañera utilizada por "el cojo". Acababa de darse
un revolcón y se aprecia hacia dónde se marchó

Zonas del parque en las que solían moverse los
diferentes ejemplares. Las flechas indican las posibles
zonas de entrada y salida al recinto.

Finalmente, en nuestra penúltima visita nos encontramos con la gente de Ecocaptura, que por lo visto habían capturado 14 ejemplares la noche anterior, cuando el parque estaba cerrado. El vigilante comentó que se había visto a otra familia con cuatro rayones, y otros dos adultos grandes y agresivos en la zona del velódromo. Las cuentas no salían: tenía controlados a un macho solitario (el cojo) y a dos piaras, la famila "B" con dos adultos y cuatro jabatos, y la "A", con dos adultos y 3 rayones, después de perder uno la semana anterior. En total 12 ejemplares, todos los adultos de entre dos y tres años de edad.
En cambio, entre los capturados, los supuestamente abatidos y los vistos después, sumaban 26.
Es posible que al amparo de la noche llegasen más animales de los alrededores a los que no tenía controlados.
Al final nadie es capaz de asegurar si se los han llevado a todos, y la verdad es que ya me he cansado de preguntar, después de tres semanas les había cogido algo de cariño y prefiero no saber si se los han cargado.
*Ayer (13/9) volví a acercarme al parque a ver cómo estaba el panorama... el cercado seguía en su sitio, y a última hora pude localizar al "cojo" y a otros dos ejemplares más grandes que no había visto hasta ahora. Sinceramente, espero que al menos "el cojo" se libre de un triste final... de todos los ejemplares que he visto es el más discreto y el que menos problemas provoca.








Esta historia es un fiel reflejo de la situación actual con los Jabalís de Collserola, donde, sin ningún depredador que los contenga, se han hecho los reyes de un Parque Natural pequeño, rodeado de dos millones de habitantes y acercándose a la ciudad en busca de alimento.

Los habitantes de las ciudades que limitan con Collserola debemos ser conscientes de que esto no puede traer nada bueno, sobretodo si hay quien todavía se dedica a ofrecerles comida. El Jabalí es un animal salvaje, y con una fuerza considerable. Las hembras con crías jóvenes pueden ser muy agresivas, además, cuando se acercan a la ciudad pueden provocar accidentes de tráfico importantes (en una rotonda a medio camino entre mi casa y el Laberinto aparecen casi cada noche, justo al lado de la Ronda de Dalt).




Este verano, como viene siendo habitual los últimos años, ha sido largo y seco, y los animales están hambrientos, me atrevería a decir que muy cerca de la desesperación. Acudirán a cualquier sitio donde puedan encontrar comida y agua, sobretodo si tienen crías a su cargo. Son muchas bocas que alimentar. Por su propio bien, es preferible que no salgan de los límites del parque, ya que es muy probable que sean abatidos o atropellados, pero cuando el hambre aprieta...
Entiendo que den pena, a mí me la dan, pero no podemos hacer otra cosa. Si se acostumbran a que les proporcionemos comida, acaban perdiendo el miedo al ser humano, y eso les puede traer todavía más problemas. En Collserola pueden llegar a esquivar a los cazadores, en la ciudad es muy difícil que eviten a la policía.


Collserola, 7/2/2014

No es ningún secreto que no estoy a favor de la caza ni de la mayoría de cazadores (alguno bueno hay, sí...), pero por desgracia, debido a nuestras acciones en el pasado, hoy en día resulta necesaria para controlar algunas especies que sin sus depredadores naturales no tienen a nadie que limite su expansión. Si no hubiéramos llevado al Lobo hasta los límites en los que se encuentra, seguramente no tendríamos el problema actual con el Jabalí... pero por otro lado, creo que a muy pocos nos gustaría tener Lobos en Collserola, un Parque Natural visitado diariamente por miles de deportistas y aficionados a la Naturaleza. Un equilibrio muy difícil de mantener.

En el caso del Jabalí, son dos métodos los que se usan principalmente: el primero es la batida, que consiste en que un grupo de cazadores con perros sueltan a los canes en una zona con presencia del suido, éstos lo asustan y hace que salga corriendo, normalmente por sus corredores habituales, donde los cazadores los estarán esperando. El segundo método es al acecho, donde simplemente los cazadores esperan a que aparezca el animal en sus zonas habituales.





LA FOTO
Me gustaría haber hecho algún primerísimo plano con un angular, quizá incluso con el 10-24, pero tendría que haber acercado mucho la cámara a la cara del animal y no me fío tanto de ellos... así que opté por hacer la mayoría de fotos con el 70-200 a una distancia segura tanto para los Jabalís como para mí.
La idea de usar teleobjetivo también fue para tener más desenfoque en el fondo y aislar al protagonista.
He elegido ésta foto porque la iluminación está un poco más trabajada. Fue uno de los días que me pudo acompañar Neus, que además coincidió con el día que más rato tuvimos a la familia "A" a nuestro alcance. La foto está hecha con el 70-200, 1/80seg a f/4 e ISO1000 para ganar algo de luz ambiente, ya que el flash colocado sobre la cámara (a 1/8 de potencia) se encargaría de congelar el movimiento del animal. Mientras, Neus aguantaba un segundo flash a 1/4 junto al Jabalí, para perfilar el contorno del protagonista y "separarlo" un poco del fondo. Un esquema muy sencillo pero efectivo y resultón.





Hasta hace relativamente poco, cualquier bicho bueno era el bicho muerto. La "Junta de Extinción de Animales Dañinos", creada por el régimen franquista, animaba a cazar cualquier animal que no fuese de aprovechamiento cinegético. Daba igual el método, a tiros, con lazos, cepos, venenos... por cada "alimaña" muerta, el cazador recibía un dinero a cambio. Lobo, Zorro, Lince, Gineta, Garduña, Tejón, Águila Real, Quebrantahuesos, Nutria, Comadreja, Búho Real... cualquier animal, "no útil" para la caza o depredador de fauna "cazable" era víctima de esta ansia por pensar que todo nos pertenece, que podemos hacer lo que nos dé la gana con nuestro entorno sin consecuencias. 
Afortunadamente, las cosas han cambiado, y algunas de estas especies se están recuperando en buena medida, como la Nutria. Pero no es suficiente, actualmente aún siguen habiendo descerebrados colocando lazos ilegales y cebos envenenados en el monte, matando animales necesarios para mantener el delicado equilibrio de cada ecosistema. Sin olvidar las cacerías de Lobo apoyadas y permitidas por las Administraciones, como en Cantabria y Asturias.

Como ya he dicho en otras ocasiones, lo que falta en este país es sentido común.